Antes de empezar a contarles sobre este viaje quiero agradecer a mis amigas: Adria, Karen, Brenda y Dar; gracias por todas las risas compartidas, porque no sabía que las carcajadas continuas y largas, podían doler igual o más que una abdominal.
Gracias por escoger outfits bonitos para tener las mejores fotos juntas, por ser mis amigas y por aportar tanta magia en mi vida. Las amo como no tienen idea, estoy segura que lo que vivimos, lo recordaremos por siempre. Porque sé que tendremos más de 50 años y recordaremos Cuba como si hubiésemos vuelto ayer. Este viaje tenía que ser así: ¡juntas!.
Creo que todos los viajes que he hecho han sido especiales, pero este es uno de los que jamás olvidaré. Nosotras cuatro estudiamos juntas la universidad y entre una clase y otra siempre platicábamos que un día compartiríamos un viaje, que saliendo de la carrera tendríamos que ahorrar para podernos ir.
Hemos viajado cada una a distintos lugares, pero justo después de cuatro años de salir de la universidad y platicar tanto, decidimos alinear las galaxias, los ahorros de cada una e ir descartando pendientes para juntarnos y vivir cuatro de los mejores días de nuestras vidas.
Volamos de Cancún a La Habana; la verdad es que este debe ser uno de los vuelos más cortos del mundo. Apenas te ofrecen el agua y ya te tienes que bajar del avión. Cuba y Cancún están demasiado cerca. ¿Cómo es que estando tan cerca las condiciones de vida sean tan distintas?.
Siempre me doy la oportunidad de impresionarme y Cuba no me dio tiempo de tener ese shock de impacto cuando llegas a un nuevo lugar, es como si el avión se hubiera convertido en una cápsula del tiempo y al aterrizar hubiésemos parado en los años 50´s.
Apenas sales del avión, el aeropuerto tiene un toque retro encantador, los coches tan antiguos y coloridos pintan las calles, lo mejor de esto, es que puedes rentarlos para pasear.
La primera misión era cambiar dinero de pesos mexicanos a CUC, si vas a Cuba te recomiendo que cambies en la casa de cambio (cadeca) del aeropuerto, después no encontrarás ninguna y tampoco cajeros. ¡Les digo que es como regresar en el tiempo!.
Ya con maleta en mano y dinero listo, tomamos un taxi que nos llevó a una dirección errónea, ja, ja, ja; y como buenas turistas, caminamos en círculos con las maletas en una parte de la Habana Vieja, gracias un señor que nos ayudó a confirmar la dirección fue que pudimos llegar a nuestro Airbnb.
Teníamos un departamento para nosotras solas, la música no paró de sonar durante esos cuatro días, lo mejor de todo es que debajo del edificio donde nos quedamos estaba el Up & Down un “antro“ que no estaba nada mal, así que los mojitos y las piñas coladas literal estaban a dos pisos de nuestro de nuestra estancia. ¡Que maravilla!.
El primer día la verdad es que después del vuelo, luego de perdernos por la isla, instalarnos, cambiarnos y comer; decidimos recorrer una parte de Cuba en un vehículo de estos antigüitos: 40 CUCs para recorrer la isla en una hora.
Ahí había mucha música tropical y nos prepararon unos mojitos que jamás olvidaremos, porque te los daban sin alcohol y la botella era completamente tuya así que la cantidad de ron que le ponías a tu mojito, corría bajo tu control. Nadie salió en mal estado, ja, ja, ja.
Ese día fue increíble, las vistas de Cuba son contrastantes, hay lugares muy cuidados y se reconstruidos y otros que parece que si el viento soplara muy fuerte, se podrían caer.
60 años de la revolución cubana y parece que la gente no sabe que pasa afuera, ¿cómo es que una isla tan grande pueda estar apartada del mundo exterior?, ¿cómo le hace la gente para no aburrirse?. Nadie puede necesitar algo que no conoce, pensé esos cuatro días cada que me surgía una duda.
No había entendido nada sobre conceptos como el socialismo. Había escuchado sobre el Che y sobre Fidel Castro porque en la escuela lo mencionaron alguna vez y porque el Che aparece en demasiadas camisetas. Hasta ahí.
Creo que lo mejor que puedes hacer después del viaje es investigar las dudas que tengas, y debido a que ahí no había conexión, pues tuve que aguantarme la curiosidad hasta llegar a casa.
En general la gente es muy amable, creo sin duda que sí son los mejores músicos del planeta, me gustó tanto la música que compré un cd que me vendieron en la Bodeguita del Medio, era imposible no traer un pedacito de Cuba conmigo.
Dato curioso de Cuba: Tienen un altísimo índice de graduados en medicina, ósea que también son muy buenos doctores.
Entre foto y foto, mojito y piña colada cayó la tarde y no había más plan que cenar y salir a bailar, aún recuerdo los timbales de las calles y sobre todo el playlist cargado del UP & Down.
Después de bailar hasta las 2 am me dí cuenta de que Cuba es una pausa en el tiempo, creo que jamás me habían durado tanto los días, no sé si fue por la falta de comunicación o por lo bien que me la estaba pasando, pero sentí que esos días pasaron lento.
Quiero decirles que la falta de internet, teléfono y mensajes me hizo agradecer lo que tengo, en general las oportunidades y el acceso a la información, el poder saber qué pasa al otro lado del mundo con el simple hecho de escribir y dar clic.
También quiero confesar que busqué internet durante todo el viaje (millenial desesperada) quería compartir todo lo que estaba viendo, pero aprendí que a veces primero hay que vivir las cosas al máximo y después habrá tiempo para compartir. Hay momentos que no se repiten y vale la pena vivirlos sin distracciones.
Aunque déjenme decirles que si encontré red pero no me la quisieron compartir ja, ja, ja.
Al día siguiente la misión era recorrer El Malecón, La Habana Vieja, tomar Daikiris en La Floridita y llegar a escuchar música en la Bodeguita del Medio.
Empezaré por partes.
El malecón comparte los mejores atardeceres, puedes ver el mar naranja cuando baja el sol y el cielo más que azul por las mañanas. Creo que ahí estuvimos como 2 horas tomando fotos. Es espectacular.
Después tomamos un tren que nos llevó a La Habana Vieja, este lugar ¡es una joya!, los edificios, los letreros, las tienditas, se mantienen intactos. La gente toca música en las calles y en casi en todos los bares hay gente tocando salsa, la gente baila sin pena y cada lugar es digno de fotografiarse, es un lugar 100% instagrameable. Lo disfruté demasiado.
Si visitas la isla debes saber que por la condición social que atraviesa este país es usual que se te acerque gente pidiendo cosas como jabón, shampoo, etc. y por lo regular pasa en los lugares más turísticos de la Habana Vieja, depende de cada uno ayudar o no.
Caminar y escuchar a la gente platicar también es otra experiencia, tienen palabras muy chistosas como la “guagua” que es el camión, “chavitos” se refieren al cambio y “guajira” que puede ser muchacha o algo muy “guajiro” que equivale a algo muy chévere o padre.
A la papaya le dicen “fruta bomba”, se me hizo muy divertido, en general su cultura es muy alegre y lo expresan en todo momento.
El día ya había empezado y el tiempo era poco, siempre imaginé Cuba como un lugar pequeño, pero no lo es, por ejemplo la playa más cercana a La Habana queda como a una hora.
Seguimos caminando y disfrutamos de los pequeños puestos de artesanías, paramos en un corredor muy lindo donde unos helados nos estaban esperando. Deben saber que el helado en Cuba es muy bueno ¡no lo hubiera imaginado jamás!.
Durante toda la tarde seguimos tomando fotos, y de pronto después de preguntar unas cuentas veces ahí estaba: La Bodeguita del Medio, donde muchos músicos han hecho historia. Moría por estar en este lugar, me alegra saber que mi primera experiencia en La Bodeguita fue en Cuba y no en Playa del Carmen (también hay una) así que viví la experiencia original.
Ahí comimos comida típica cubana, yo probé la ropa vieja, moros y cristianos y las viandas que son unos platanitos fritos muy ricos, la música es muy buena. Creo que en cualquier lado realmente. El servicio también es muy bueno y el lugar es un imperdible de este destino.
Yo no conocía muchos datos de Cuba, pero gracias a Fabián, mi novio, que sabe mucho de este país y que en algunas ocasiones me ha explicado muchas cosas, eso me salvó en el viaje.
Su aportación más valiosa en cuestiones musicales fue enseñarme las mejores canciones de Buena Vista Social Club, justo ahora estoy escuchando la música, puedo cerrar los ojos y oler el Havana Club junto con el arroz moro. ¡Que delicia!
Existe un show que es en honor a Buena Vista Social Club pero si es algo caro (45 CUC por persona) yo no tuve la oportunidad de ir, pero estoy segura que es algo increíble. En general Cuba es una aventura indescriptible.
Si tienes la oportunidad de visitar este país, ¡házlo! no te vas a arrepentir, Cuba es magia y su música y la gente son parte de ello. La isla es tan colorida que querrás detenerte en cada esquina para poder apreciar todo y tomarte todas las fotos posibles.
Aquí te van unos tips por si visitas la isla:
- Lleva tu dinero en pesos mexicanos, dls o euros y cámbialos en la cadeca (casa de cambio) del aeropuerto.
- Lleva agua en la maleta que documentarás: en algunos restaurantes no tienen agua para beber y conseguirla en las “tienditas” es algo difícil al igual que el papel de baño (nosotras llevamos algunos rollos).
- Si te late puedes llevar cosas de aseo personal extra para regalar como: shampoo, jabón, crema etc. La gente es muy agradecida y será de mucha ayuda para ellos.
- Nos dimos cuenta que en algunos lugares no exigen propina, sin embargo creo que es lindo detalle dejarla, la gente es muy servicial.
- En el aeropuerto tienen un control muy fuerte para la entrada de mexicanos, pero no te preocupes no es nada del otro mundo. Sé paciente.
- Toma todas las piñas coladas y mojitos que puedas, serán lo mejores que probarás en tu vida.¡Créeme!
Fue un viaje que pasó más o menos rápido pero que disfruté a cada instante. Mis amigas y yo no dejamos de reír nunca. Me siento agradecida de haber vivido esto junto a ellas. Estoy segura de que cada detalle lo recordaré para siempre.
Si ya has visitado este lugar, compárteme tu experiencia.