Emprendimiento femenino, un arma secreta que debemos desarrollar para que nunca nadie nos diga que no podemos realizar lo que pensamos.
Somos muchas chicas en el mundo y pocas son las que se están arriesgando a crear un espacio de innovación y liderazgo femenino, así como la incursión a un ámbito que no solo es de hombres.
No importa a que te dediques o que planes de emprendimiento tengas, estoy segura que esto te va a interesar.
Hace una semana me fui a Guadalajara a un evento de ciencia, tecnología, y emprendimiento.
La verdad es que al estar ahí salí totalmente de mi zona de confort (de lo cual me siento orgullosa) porque hay temas de los cuales puedo opinar sin miedo y hay otros en los que prefiero callar para aprender.
Este viaje fue así, estuve mucho tiempo callada (más de lo normal) para aprender todo lo que estaba a mi alcance.
Después de algunos temas de ciencia y tecnología me causó mucho entusiasmo y sobre todo me tomó por sorpresa verme rodeada de distintas comunidades de chicas que comparten el mismo objetivo; crecer, emprender y apoyar a quienes están en camino para lograrlo un proyecto.
Estuve en distintas charlas en un panel específico de chicas “Woman Talent” que hablaban sobre como ganar dinero buscando las herramientas correctas, qué pasos debes seguir para emprender y sobre todo que cosas puedes o tienes que arriesgar para lograrlo.
Creo que sin duda hablaban con mucha certeza, sin embargo después de escuchar desde programadoras hasta mujeres inversionistas de Silicon Valley, hice mis propias conclusiones.
Tome notas de las cosas que más me interesaban y pude notar la reacción de las demás chicas que tenían signos de impaciencia igual que yo.
Regrese a Cancún con muchas preguntas, con algunas respuestas pero sobre todo con la certeza de que emprender como mujeres en nuestro país y en Latinoamérica en general no es algo que se vea a diario, cosa que debe cambiar.
Hay una frase que recordaré siempre:
“Una mujer que emprende, es una mujer con autoconvencimiento”
Investigando unos datos ya en casa, pensaba en los porcentajes que escuché durante las charlas.
Solo 3% de las mujeres de la población mundial están envueltas en negocios con algún tipo de desarrollo económico, esto obviamente hablando en un panorama de mucho dinero y de pocas probabilidades de triunfar como mujer inversionista en el mundo debido al rechazo constante y la falta de igualdad.
Pero ese dato creo que fue el que me disparó muchísimas conclusiones, que les quiero compartir.
Autoconocimiento es poder
No hay mayor herramienta que nos haga más poderosas en el mundo que conocernos y creernos el papel que queremos jugar. No importa qué idea sea la que queramos mostrar, es nuestra y con eso basta.
Así que si tienes un plan, idea o proyecto, explotala, compártela y recibe críticas buenas o malas te ayudarán a crecer.
Emprender no es estar en la bolsa de valores
Tampoco invertir miles de pesos y mucho menos es estar en un círculo cerrado de inversionistas, creo que esos factores son los que limitan a muchísimas chicas a atreverse a emprender.
La mayoría expresaba que no tenía el dinero suficiente para poder lograr la “empresa” o “startup” que quería, siento que desde ese punto nos estamos limitando creo que se puede empezar con lo que tenemos a nuestro alcance.
Merecemos recibir lo que deseamos. No importa qué proyecto tengas en mente, desde el momento en que empiezas a idear estás emprendiendo, porque estás creando algo que tal vez a nadie se le ha ocurrido o que nadie está haciendo eso y eso genera una ambiente de oportunidad.
“Las buenas ideas a veces se repiten”
Cuando escuché esto casi muero de un infarto… se los juro, pero creo que es verdad una de la ponentes decía:
“Somos tantas mujeres en el mundo que existe la posibilidad de que esa idea novedosa ya la esté cobrando alguien en Tokyo desde hace 3 años”
Lo que no se repite son las buenas soluciones y las posibilidades que como mujeres aún no explotamos por miedo. A la mejor alguien más esté haciendo lo mismo que tú en este momento, pero eso no significa que no lo puedas hacer.
Nadie más lo hará las cosas igual que tú, porque el sello que le imprimimos a nuestras ideas es único.
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No necesitas miles para invertir
No quiere decir que el dinero no sea necesario porque si lo es, en especial si quieres producir algo… pero que no te engañen no necesitas demasiado para empezar. Este punto lo he experimentado estos meses, he hecho algunas cosas con lo que he tenido a la mano y que gracias a ustedes ha resultado.
Solo necesité un pequeño “cochinito” nada inalcanzable y muchas de compartir y ¡BAM!. Funciona al 100%, si no fuera así no te lo estaría compartiendo.
El mundo de los negocios grandes o pequeños tienen lugar para las mujeres que se atreven a creer en sí mismas y compartir lo que saben, cuando haces algo increíble y lo compartes ya estás apoyado a otras mujeres para que se animen a emprender.
¡Que vea el mundo que las mujeres si estamos listas para hablar de negocios!
Crea tu propio plan para emprender
A mi me han servido estos puntos, tal vez a ti también te fuincionen.
- Resuelve o propón algo que nadie esté haciendo.
- Haz llegar tu proyecto a quienes creas que lo valorarán.
- Invierte lo que esté a tu alcance, no te vuelvas loca. Las grandes ideas no precisamente están hechas de mucho dinero.
- Guarda las ganancias aunque las rebajas de ropa estén a todo lo que dan, reinvierte todo lo que puedas.
- No debes ser experta ni saber de negocios tampoco tener un super poder especial para emprender, las mujeres emprendedoras se hacen, no nacen y todas podemos serlo.
- Comparte, alienta y crea comunidad, mientras más seamos las mujeres que comparten ideas, más oportunidades tendremos de crecer.
Existen muchas maneras de iniciar un proyecto, pienso que no hay una receta que te asegure el éxito. Debemos comenzar a arriesgarnos más y creer que sí podemos hacer lo que deseamos recibiendo lo justo por nuestra creaciones.
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Si tienes una amiga o alguien de tu familia que hace algo increíble o está empezando un negocio, una idea o simplemente un sueño ¡apoyala!, recuerda compartir y hacer mucho ruido para que llegue a oídos de todos.
Es nuestra responsabilidad demostrar que podemos hablar de negocios, no importa si son pequeños o grandes, si valen mucho o poco dinero.
Al final lo que importa es generar confianza entre nosotras y compartir los errores para que alguien más no le pase y los aciertos para que también le pasen y mucho. Si no nosotras no creemos que podemos ¿Entonces quíen creerá en nosotras?
Agradezco a todas las chicas que han comprado las T-shirts Boobs, las he bordado con mucho cariño, me hace muy feliz ver sus fotos y saber que es el comienzo de muchas cosas padres que vendrán.
Gracias por compartir conmigo.